Finlandia siempre se ha destacado por ser uno de los países que cuenta
con la mejor educación del mundo. Su sistema siempre lo hace
merecedor de posicionarse constantemente entre los primeros 5 puestos del
Informe PISA.
Pero, ¿qué es lo que hacen allí para diferenciarse
del resto de los países?
En primer lugar deberíamos
destacar que todo su sistema educativo comienza en la educación infantil. Antes
de que los niños pasen a primaria, ellos dedican la mayor parte de su tiempo a
jugar y a desarrollar destrezas sociales con los demás compañeros. Y como dato
curioso y relevante, destacamos que los niños no aprenden a leer hasta los 7
años, incluso aprenden antes a usar un ordenador que a escribir.
En segundo lugar, a estos pequeños se les educa en base a
situaciones cotidianas del día a día, es decir, se dedican a vender comida de
mentira, crean obras artísticas, entre otras cosas. Y aunque a nosotros nos
parezca imposible, gracias a estas actividades ellos aprenden sin quererlo matemáticas,
geometría, lenguaje y aptitudes de interacción social. Es muy raro que nos encontremos a un niño de educación infantil
sentado en sillas o realizando ejercicios escritos. Es por esto, que lo más probable es que si le preguntamos a
cualquier finlandés sobre su educación infantil, esa persona recordará todo lo
que hizo y aprendió en su época escolar temprana.
Otra cuestión que se nos plantea es: ¿Cuáles son las claves de su educación?
En Finlandia la educación es obligatoria sólo a partir de los 7
años; para ser maestro se necesita una calificación altísima
en sus promedios de bachillerato y se requiere además una gran dosis de
sensibilidad social; no hay horarios diarios, sino semanales, y cada día de la semana está centrado en una
actividad principal. Aquí los niños tienen la oportunidad de hacer lo
que quieran con los juguetes disponibles en un momento dado y también tienen a
su disposición otros bloques donde los educadores los guían. Todo esto hace que
la alfabetización de los niños se logre de manera natural. Los profesores
no los obligan a leer sílaba tras sílaba, de hecho, los niños comienzan
devorando los dibujos y, luego, con su propia curiosidad, aprenden a leer. Esto quiere decir que los niños no se dan cuenta de que aprenden porque están muy concentrados en las actividades que están realizando.
"Todas aquellas cosas que aprendes sin diversión se te olvidan rápido" - Tim Walker ( profesor finlandés)
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