sábado, 14 de noviembre de 2015

Reflexión sobre la tesis de Xesús Jares



En esta entrada del blog, haré un pequeño resumen y una valoración personal de la tesis presentada por Xesús Jares en el Congreso sobre Convivencia que tuvo lugar en Gasteiz en 2013.

La ponencia de este profesor se centra en la importancia de los docentes dentro del aula a la hora de resolver conflictos de diversa índole. Jares hace hincapié en que no debemos considerar los conflictos como algo negativo, que forman parte de nuestra conducta y que hay que convivir con ellos día a día, considera que tampoco podemos separar esos conflictos de la educación y que nuestro éxito como docentes residirá en las habilidades y capacidades que nosotros tengamos a la hora de resolver esos conflictos.

En la conferencia Xesús también habla de la importancia del trabajo en grupo, de la cooperación de unos con otros, de la creación de grupos donde impere el respeto y que esto nos conducirá a la disminución de conflictos tanto dentro como fuera del aula. Resalta que la escuela no es el único medio de socialización y que todos los problemas que aparecen no se pueden resolver dentro de las aulas.

Para la resolución de los conflictos debemos ser duros y actuar con decisión y firmeza, pero no olvidemos que estamos tratando con personas y que con éstas hay que actuar con sensatez, consecuencia y sensibilidad. Es por esto que las normas dentro de las aulas se deben de ir creando día a día y no imponerlas el primer día de clase, porque para que hay una serie de normas, tendremos que enfrentarnos a una serie de conflictos para ver lo que va bien y lo que no.

Esta ponencia es muy interesante a la hora de actuar como docente dentro de un aula, y lo más importante abordar los conflictos que se nos planteen. El trabajo con el adolescente no es fácil y es por ello que vamos a tener que emplear mucho de nuestros recursos para conseguir una armonía y un equilibro en nuestro lugar de trabajo. La característica fundamental que nos da Jares es la consideración del conflicto como una fortaleza, es decir, como una acción de la que siempre se puede extraer algo positivo y favorecedor tanto para el profesor como para los alumnos.

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